En esta distinción los inspectores de la Guía Michelín reconocen una “cocina de calidad”
El restaurante El Tinell de Calabuig y La Cuina de Ontinyent figuran en la biblia gastronómica bajo la distinción de Plato Michelín 2018, un reconocimiento que es sinónimo de una calidad garantizada.
Esto significa que Ontinyent cuenta no sólo con una estrella Michelín para el restaurante Sents, regentado por los hermanos Prieto, sino que tiene además dos establecimientos con Plato Michelín. El Tinell de Calabuig, regentado por Rafa Calabuig, es la segunda vez que es reconocido como Plato Michelín. Se caracteriza por una cocina clásica y saludable con productos del entorno. Los inspectores de la Guía Michelín destacan su “cocina de calidad y buen standing”, así como su “ambiente clásico, una carta tradicional actualizada bastante amplia, varios menús e interesantes jornadas gastronómicas, tanto vegetarianas como de caza”.
Por su parte, La Cuina, regentada también por los hermanos Joaquín y Santiago Prieto, apuesta por una cocina contemporánea, de la que los inspectores destacan por ser “una cocina de calidad, actual con tintes orientales”, así como resaltan su “buen menú diario y exitosas jornadas gastronómicas”.
La Guía Michelín incluyó por primera vez la distinción de Plato Michelín en la edición de 2017, en la que los responsables reconocen a los establecimientos que no cuentan con estrellas Michelín o distinción Bib Gourmand. Aparecer en la Guía Michelín bajo esta distinción es haber sido reconocido por sus inspectores entre muchos establecimientos analizados y ser un restaurante con una cocina de calidad.
Esto significa que Ontinyent cuenta no sólo con una estrella Michelín para el restaurante Sents, regentado por los hermanos Prieto, sino que tiene además dos establecimientos con Plato Michelín. El Tinell de Calabuig, regentado por Rafa Calabuig, es la segunda vez que es reconocido como Plato Michelín. Se caracteriza por una cocina clásica y saludable con productos del entorno. Los inspectores de la Guía Michelín destacan su “cocina de calidad y buen standing”, así como su “ambiente clásico, una carta tradicional actualizada bastante amplia, varios menús e interesantes jornadas gastronómicas, tanto vegetarianas como de caza”.
Por su parte, La Cuina, regentada también por los hermanos Joaquín y Santiago Prieto, apuesta por una cocina contemporánea, de la que los inspectores destacan por ser “una cocina de calidad, actual con tintes orientales”, así como resaltan su “buen menú diario y exitosas jornadas gastronómicas”.
La Guía Michelín incluyó por primera vez la distinción de Plato Michelín en la edición de 2017, en la que los responsables reconocen a los establecimientos que no cuentan con estrellas Michelín o distinción Bib Gourmand. Aparecer en la Guía Michelín bajo esta distinción es haber sido reconocido por sus inspectores entre muchos establecimientos analizados y ser un restaurante con una cocina de calidad.